Tecnología uvc

Elimina los gérmenes con luz ultravioleta UVC

Longitud de onda corta · Luz UVC

La Luz Ultravioleta es una emisión de ondas electromagnéticas cuya longitud de onda se encuentra entre los 100 y los 400 nm (nanómetros). Precisamente en el segmento de la banda entre 200 y 280 nm, denominada comúnmente cómo UV de onda corta (UV-C), se encuentra la de 253,7nm, siendo esta la más efectiva cómo función germicida.

Solución desinfectante

Útil en cualquier sector

La luz UVC se utiliza para la desinfección del aire en prácticamente todas las aplicaciones, porque siempre hay situaciones en las que los microorganismos en el aire pueden causar problemas y enfermar a las personas. Por ejemplo, en oficinas y escuelas, transporte público, lugares de entretenimiento, pero también en la industria de procesamiento de alimentos y agrícola. Los microorganismos en el aire pueden inactivarse fácil y eficazmente con luz UVC.

UVC contra microorganismos

En la longitud de onda de 253,7nm es precisamente donde se produce la energía necesaria para penetrar la pared que protege la información genética de los microorganismos.

La UVC actúa rompiendo el ADN/ARN inactivando así su capacidad de reproducción e infección.

Tecnología utilizada durante más de 100 años

La radiación ultravioleta ha sido utilizada ampliamente por los científicos desde hace más de 100 años, la radiación UVC es un desinfectante conocido para la desinfección el aire, las superficies y el agua.

Demostración de su efecto bactericida - 1877

Un estudio detallado de los efectos del espectro de radiación electromagnética UV realizado por los científicos ingleses Doyney Blount demostró el efecto bactericida de la Radiación UV en 1877. Este fue el punto de referencia histórico para el uso exitoso de este descubrimiento físico en la medicina.

Contra bacterias patógenas - 1892

En 1892 el científico inglés Harry Marshall Ward demostró que una parte del espectro electromagnético UV destruye las bacterias patógenas.

Primera lámpara - 1904

Una importante contribución también fue hecha por Richard Koch, cuando en 1904 creó la primera lámpara de cuarzo de mercurio, la cual servía como una poderosa fuente de desinfección bactericida.

Primeras pruebas de laboratorio - Años 20

En los años 20 se realizaron las primeras pruebas en laboratorios de la radiación UV con resultados exitosos en la lucha contra las infecciones que se transmiten por el aire.

Uso en Medicina - 1930

En 1930 la radiación ultravioleta comenzó a utilizarse activamente en la medicina.

Desinfección de quirófanos - 1936

En 1936 en los Estados Unidos la radiación ultravioleta se utilizó por primera vez para desinfectar el aire en los quirófanos, fue cuando empezó a reducirse significativamente el nivel de infecciones postoperatorias.

Sistemas de ventilación - 1937

En 1937 se amplió el campo de uso de la desinfección UV y por primera vez se usaron lámparas UV de este tipo en un colegio estadounidense Incorporaron un irradiador bactericida ultravioleta dentro del sistema de ventilación del colegio, el resultado de lo que fue una reducción considerablemente la incidencia de diversas infecciones transmitidas por el aire, entre ellas el sarampión, que era común en esa época.

Desinfección en ausencia de personas - Años 80

La práctica de la desinfección de lámparas UV se utilizó con éxito hasta los años 80. Sin embargo, este tipo de lámparas producía formación de ozono, tóxico para los seres humanos en ciertas concentraciones. Por lo tanto, era imprescindible realizar las desinfecciones UV en ausencia de personas y con una ventilación posterior obligatoria del interior antes de entrar personas.

Desinfección en presencia de personas - 1994

En 1994 un equipo de científicos rusos resolvió los problemas de la desinfección UV patentando un esterilizador de aire de tipo cerrado, que es un recirculador con una lámpara que no emite ozono. El diseño del esterilizador mantiene la radiación UV dentro de la carcasa lo que permite su funcionamiento en presencia de a personas sin perjuicio para la salud.

Actualidad

Los actuales irradiadores bactericidas ultravioletas no causan la formación de productos secundarios nocivos, lo que los clasifica como absolutamente seguros para personas, animales y plantas.

Principio de funcionamiento

Nuestra solución está basada en un sistema simple, que permite que el flujo de aire circule a través del interior de los equipos, pasando previamente por unos filtros que únicamente retienen el polvo y los ácaros.

Los equipos disponen de varias lámparas UV-C que proyectan la luz en el interior de una cámara de aluminio. El flujo de aire atraviesa la cámara, cuyas paredes reflejan el haz de luz, generando la energía suficiente como para destruir o inactivar los patógenos presentes. Tras este proceso se expulsa el aire completamente esterilizado.

Las lámparas tienen un recubrimiento especial que capta la radiación de menos de 200 nm, evitando así la formación de ozono en el aire y prolongando la vida útil de las lámparas hasta 18.000 horas al mismo tiempo.

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